En los últimos doce meses la suba de precios acumuló un aumento de 78,5 %. Los tarifazos en energía y transporte impactaron en agosto, mientras los alimentos escalaron 7,1 %. Los costos de la inflación recaen sobre la clase trabajadora pulverizando sus ingresos. Es urgente un aumento de emergencia del salario, las jubilaciones y de los programas sociales para recuperar lo perdido.
Este miércoles el Indec publicó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente al mes de agosto que anotó un 7%, una cifra superior a la esperada. La inflación interanual fue de 78,5 %. Y el acumulado en lo que va del año suma un 56,4 %.
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Los precios al consumidor (#IPC) subieron 7% en agosto de 2022 respecto de julio y 78,5% interanual. Acumularon un alza de 56,4% en los primeros ocho meses del año https://t.co/eIQhRyGD6g pic.twitter.com/o7X3TGc9Xu— INDEC Argentina (@INDECArgentina) September 14, 2022
En el informe se lee que las divisiones con mayor incremento en el mes fueron Prendas de vestir y calzado (9,9%), Bienes y servicios varios (8,7%), y Equipamiento y mantenimiento del hogar (8,4%).
“Durante agosto, también se destacó la suba de la cuota de la medicina prepaga, que incidió en la división Salud (5,7%); de los servicios de agua y electricidad en algunas regiones del país, que impactó en Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (5,5%); y de los servicios de telefonía móvil en la mayoría de las regiones, que se vio reflejada enComunicación (4,1%). A su vez, dentro de Transporte (6,8%) impactó la suba de tarifas del transporte público –superior en la región GBA– y el alza de los combustibles sobre el cierre del período”, dice el Indec.
Tal como se venía denunciando las fuertes subas impulsadas por el Gobierno como los tarifazos en la energía y en transporte para cumplir con el ajuste reclamado por el FMI, impactan en el nivel general de precios. También las autorizaciones de subas en medicina prepaga y telefonía móvil.
Una vez más, el organismo oficial confirma que la mayor incidencia en todas las regiones la aportó el incremento de Alimentos y bebidas no alcohólicas con una suba de 7,1%. Dentro de la división, se destacó el aumento de Verduras, tubérculos y legumbres; Azúcar, dulces, chocolate, golosinas, etc.; Frutas; Aceites, grasas y manteca; y Leche, productos lácteos y huevos. A nivel de categorías, Estacionales (8,7%) lideró el alza –explicada, en parte, por las mencionadas subas en Prendas de vestir y calzado, en Frutas y en Verduras, tubérculos y legumbres–, seguida por el IPC Núcleo (6,8%) y Regulados (6,3%)
#DatoINDEC #IPC: en agosto 2022, Alimentos y bebidas no alcohólicas aportó la mayor incidencia sobre la variación mensual en todas las regiones del país https://t.co/eIQhRyG5gI pic.twitter.com/rNG7aXBQy2
— INDEC Argentina (@INDECArgentina) September 14, 2022
Las estimaciones privadas como la del REM -que releva el Banco Central- ubican en un 95% a la inflación para finales de 2022. Se trata de niveles muy elevados, aun para economías como la nacional que convive recurrentemente con subas de precios. El fenómeno inflacionario es muy complejo, y tiene varias causas en la actualidad las presiones devaluatorias sobre el tipo de cambio, las subas de tarifas y de precios internacionales en energía, entre otros.
Las medidas adoptadas por el Frente de Todas para “combatir” la inflación -acuerdos de precios- fueron más que insuficientes. Mientras dejan que las grandes empresas alimenticias utilicen su poder de “mercado” para remarcar, y de esa manera aumentar sus márgenes de ganancias. La inflación que afecta a las mayorías populares no es una prioridad del Gobierno. Pero para recortar fondos de salud y educación, si mostró celeridad y determinación. El plan de austeridad de Massa con concesiones a los sojeros, cosechó halagos por parte de la Directora del FMI.
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Las consecuencias de la inflación recaen sobre la clase trabajadora, cuyopoder adquisitivo se desplomó y perdieron más del 20 % en relación al 2015. Los bonos que el Gobierno otorga a jubilados y a los trabajadores informales no permiten recuperar lo perdido en los últimos años, sólo confirman que la suba costo de vida es imposible los que menos tienen. Se necesitan medidas de otra clase para combatir la inflación, y medidas de emergencia como un aumento para recuperar lo perdido para jubilados, ocupados y programas sociales. Que nadie gane menos de lo que cuesta una canasta básica ($ 111.298), en el camino de lograr un salario mínimo igual a la canasta familiar que los trabajadores del Indec estimaron en $179.990 en julio.
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