El cuestionado trigo transgénico tuvo luz verde del gobierno nacional. La medida beneficia a la empresa Bioceres, donde son accionistas Gustavo Grobocopatel y Hugo Sigman. El nuevo transgénico podrá contaminar al trigo convencional, implica el uso del herbicida glufosinato de amonio y, mediante todos los derivados de la harina, estará en los alimentos argentinos.
Una nueva carta pública del colectivo Trigo Limpio —integrado por científicos, académicos y referentes ambientales— sostiene que la resolución de Gobierno que autorizó el evento transgénico incumple la normativa vigente en materia ambiental y de acceso a la información pública. Entre ellas, la Ley General de Ambiente y el Acuerdo de Escazú.